Sea la culpa de quien sea, tanto la Nación como la Ciudad de Buenos Aires, la realidad es que los hospitales porteños están abarrotados de gente con síntomas similares a la gripe A.
Y decir similares es porque aun no se están dando cifras exactas de si todas las personas que concurren a los centros y hospitales poseen positivamente la gripe o influenza.
El Ministerio de Salud de la Nación y Porteño debieran instalar hospitales de campaña para atender los casos y descartar los que no lo son para seguir tomando medidas. Mientras tanto el Carlos Pellegrini está abierto a medias, y otros colegios cierran sus puertas.
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